La lista de Schindler
Hace escasas dos semanas tuve la oportunidad de ver por primera vez esta maravillosa cinta del séptimo arte, La lista de Schindler, dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por el mismísimo Liam Neeson. La película narra la historia de Oskar Schindler, empresario alemán que salvó la vida a más de mil judíos durante la etapa del Holocausto. Está basada en la novela de ficción histórica "El arca de Schindler", cuyo autor es Thomas Keneally, escritor australiano. La película está protagonizada por Liam Neeson como Oskar Shindler, Ralph Fiennes como el criminal de guerra Amon Leopold Goeth, oficial austriaco de las SS, y Ben Kinsley como el contable de Schindler, Itzhak Stern.
Demasiadas eran las personas que, ya conociendo mi afición por el cine, me habían recomendado ver esta película cuanto antes, y en su final, en los títulos de crédito, pude entender el por qué. Este filme del año 1993 ganador de 7 oscars consigue llevarte hacia el más oscuro rincón de la alemania nazi. Transmite crueldad, frialdad, impotencia, incluso aires de venganza inexistente, ya que nadie vengaba nada, pero es transmitido así. La cinta comieza de una forma brillante, atrapándote de una forma brillante con una magnífica actuación de entrada de Liam Neeson. Destacar la escena del tango de Carlos Gardel "Por una cabeza", en la que los planos se entrelazan con una musicalidad y maestría impresionantes, en los que Schindler comienza su plan para llegar al éxito. A partir de esta escena y sin querer desvelar mucho de la trama, el director consigue plasmar magistralmente la estrategia de Schindler para ganarse el respeto y la amistad de los nazis.
A lo largo de la película, encontramos el recurso usado por Spielberg de producir esta película en blanco y negro, usando tonos de color a lo largo del largometraje de forma muy inteligente para centrar la atención del espectador en personas elegidas por Spielberg, para así comprender la forma de pensar de Schindler en determinados momentos. Destacar la soberbia actuación de Ralph Fiennes, nazi cruel y frío que no duda ni un segundo en disparar sobre un judío, incluso sin motivo. Esta película incluye escenas violentas e incluso macabras, pero necesarias para entender lo que se vivió en aquella época en la Alemania de Hitler.
El personaje de Schindler evoluciona a momentos, y este factor está excelentemente expuesto en la cinta, como empieza con aires de ambición individual, ambición que termina sirviendo de ayuda para miles de personas judías que sufrieron este holocausto. El final de la película es otro punto a destacar, ya que se fusionan los actores que protagonizan la película junto a las personas a las que interpretan, que todavía vivían en 1993, escena que para mí supuso la guinda del pastel a esta película de Spielberg cargada de emoción. Algo que destacar de la película, es la fotografía, cualquier fotograma de la película es una fotografía digna de un cuadro expuesto en un gran museo, lo que crea la ilusión de que la cinta es una sucesión de fotos en blanco y negro, jugando estas con la sombra, con la luz y con otros elementos del entorno.
No hay duda de que estamos ante una de las grandes obras maestras de la historia del cine, merecedora de situar al espectador tres horas y quince minutos delante de la pantalla sin pestañear, para no perder ni un detalle de esta gran maravilla que nos permite entender un poco más de las barbaridades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial cuyos efectos todavía dejan huella, gracias a obras como esta, en las mentes de todo ciudadano actual. Yo he visto La Lista de Schindler, ¿y tú?
Valoración: 9/10
Demasiadas eran las personas que, ya conociendo mi afición por el cine, me habían recomendado ver esta película cuanto antes, y en su final, en los títulos de crédito, pude entender el por qué. Este filme del año 1993 ganador de 7 oscars consigue llevarte hacia el más oscuro rincón de la alemania nazi. Transmite crueldad, frialdad, impotencia, incluso aires de venganza inexistente, ya que nadie vengaba nada, pero es transmitido así. La cinta comieza de una forma brillante, atrapándote de una forma brillante con una magnífica actuación de entrada de Liam Neeson. Destacar la escena del tango de Carlos Gardel "Por una cabeza", en la que los planos se entrelazan con una musicalidad y maestría impresionantes, en los que Schindler comienza su plan para llegar al éxito. A partir de esta escena y sin querer desvelar mucho de la trama, el director consigue plasmar magistralmente la estrategia de Schindler para ganarse el respeto y la amistad de los nazis.
A lo largo de la película, encontramos el recurso usado por Spielberg de producir esta película en blanco y negro, usando tonos de color a lo largo del largometraje de forma muy inteligente para centrar la atención del espectador en personas elegidas por Spielberg, para así comprender la forma de pensar de Schindler en determinados momentos. Destacar la soberbia actuación de Ralph Fiennes, nazi cruel y frío que no duda ni un segundo en disparar sobre un judío, incluso sin motivo. Esta película incluye escenas violentas e incluso macabras, pero necesarias para entender lo que se vivió en aquella época en la Alemania de Hitler.
El personaje de Schindler evoluciona a momentos, y este factor está excelentemente expuesto en la cinta, como empieza con aires de ambición individual, ambición que termina sirviendo de ayuda para miles de personas judías que sufrieron este holocausto. El final de la película es otro punto a destacar, ya que se fusionan los actores que protagonizan la película junto a las personas a las que interpretan, que todavía vivían en 1993, escena que para mí supuso la guinda del pastel a esta película de Spielberg cargada de emoción. Algo que destacar de la película, es la fotografía, cualquier fotograma de la película es una fotografía digna de un cuadro expuesto en un gran museo, lo que crea la ilusión de que la cinta es una sucesión de fotos en blanco y negro, jugando estas con la sombra, con la luz y con otros elementos del entorno.
No hay duda de que estamos ante una de las grandes obras maestras de la historia del cine, merecedora de situar al espectador tres horas y quince minutos delante de la pantalla sin pestañear, para no perder ni un detalle de esta gran maravilla que nos permite entender un poco más de las barbaridades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial cuyos efectos todavía dejan huella, gracias a obras como esta, en las mentes de todo ciudadano actual. Yo he visto La Lista de Schindler, ¿y tú?
Valoración: 9/10
Perdoname jajajajaja
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